AGUAMARINA

COMO DESARROLLAR LA SENSIBILIDAD

Inmersos en las tareas urgentes del día a día, tendemos a pasar por alto toda la belleza que nos transmiten nuestros sentidos, la cual a veces reside en lo más nimio de nuestro entorno.

Este ejercicio nos ayudará a potenciar la sensibilidad y la capacidad para valorar las manifestaciones – pequeñas o grandes – de todo lo bello que hay a nuestro alrededor. Para ello, nos sentaremos en la postura del loto sujetando el aguamarina en la mano izquierda. (Antes, para cargarla, podemos colocarla sobre un plano de cobre y exponerla a la luz del sol durante un período de ocho a dieciséis horas).

Con los ojos cerrados, visualizaremos un punto de luz azul en la zona del tercer ojo, mientras vamos tratando de asociarlo con todo lo bello que nos recuerda ese color: el mar, el cielo, las aguas de un lago, los ojos de la persona que amamos, etc. Intentaremos experimentar de forma consciente las sensaciones que todo ello nos despierta: amor, paz, equilibrio, plenitud, satisfacción,... Recorreremos mentalmente nuestro cuerpo apreciando la distensión de los músculos de las piernas, las caderas, los hombros, … Notaremos que la boca esboza una sonrisa y que se relajan los ojos, todos los músculos faciales. Apreciar la belleza nos hace crecer y nos proporciona bienestar.