Esta piedra de mágico color azul ha sido utilizada desde tiempo remoto como remedio terapéutico, sobre todo para combatir problemas relacionados con el desequilibrio mental o emocional (miedo, histeria, depresión, estados de tristeza y melancolía, etc), pues las vibraciones que emite tienen la capacidad de aportar calma y sensación de paz, algo clave para poder analizar con perspectiva cualquier situación que nos produzca malestar. También se usa para mitigar los efectos de la fiebre, la ronquera y la epilepsia. Se trata de una piedra básicamente curativa, sobre todo cuando se mantiene en contacto con el cuerpo: en los ejercicios de gemoterapia se puede sostener en las manos o colocarla sobre el tercer ojo si se quiere favorecer la meditación, asimismo, podemos tenerla siempre cerca llevándola como un colgante.
También preserva la salud si se coloca en algún rincón de la casa entre velas azules encendidas.
* Combate estados de desequilibrio mental o emocional
* Aporta calma y bienestar
* Mitiga los efectos de la fiebre y la ronquera
* Mejora la capacidad de comunicación y de concentración.
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